EXPLOSIVISTA DE ELN CONFESÓ HABER INSTALADO MINA ANTIPERSONAL EN BOJAYÁ, DONDE MURIÓ MÉDICO INDÍGENA.
Aseguró que las colocan “para bloquearle el paso al Clan del Golfo”. Víctimas de estos artefactos dan desgarradores testimonios.
Wálter Castro es un hombre de 53 años que se dedicaba a cuidar ganado
en la zona de Los Alpes en el Meta. Un día, en medio de su trabajo, pisó una
mina antipersonal que lo dejó sin el pie izquierdo. “Cuando yo caí en la mina,
yo iba con un ganado, trabajando con el patrón y un animal se me salió del
camino y yo bajé como a unos diez metros de la carretera hacia el monte a
devolver el bicho y luego sentí el estallido de la mina”, cuenta.
Desde ahí su vida cambió radicalmente, pues no ha podido volver a
trabajar. “Estoy pasando una situación dura porque, ya que me falta un pie, no
puedo trabajar como lo hacía antes. El pie me falla mucho”, asegura.
Óscar Galindo es un joven de 25 años que también fue víctima de una
mina antipersonal. Perdió la pierna derecha. "Cuando me dirigía del casco
urbano, del municipio de Mesetas (Meta), a la vereda Las Brisas, a recoger una
motocicleta, en este trayecto me salí de la vía, me orillé mucho y allí fue
cuando pisé una mina antipersonal", relata.
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